Crear una empresa desde un modelo de negocio
Un modelo de negocio no es ni más ni menos que el índice, o según se mire, la síntesis de un plan de empresa. En el caso de una empresa privada, sería la definición del método por el cual generarás ingresos a través de productos o servicios. Alexander Osterwalder ideó un esquema para simplificar este trabajo que permite la total movilidad de su contenido,: añadir, quitar, mover, resaltar… según queramos. En el siguiente vídeo se explica un poco mejor:
httpv://www.youtube.com/watch?v=QoAOzMTLP5s
Ir a la web del autor y descargarlo en PDF.
Te recomiendo que cuando acabes de definir el esquema inicial te centres en la creación del plan de empresa. ¿Qué guión debería seguir? El siguiente:
1. Presentación
Definición del negocio
Equipo promotor
2. Marketing
Producto o servicio
Mercado
Competencia
Precio
Distribución
Promoción
Previsiones de ventas
3. Producción y calidad
Producción/Prestación de servicios
Calidad
Equipos e inversiones necesarios
Normativa
4. Organización y gestión
Organización
Retribución del emprendedor
5. Jurídico fiscal
Forma jurídica y trámites
Permisos y licencias
Obligaciones periódicas fiscales y laborales
Seguros
6. Económico-financiera
Plan económico-financiero
7. Valoración
Puntos fuertes y débiles, oportunidades y amenazas externas
Estrategia de desarrollo del proyecto
Date tiempo. Evidentemente hay que hacer un análisis exhaustivo y se tarda mucho en rellenar todos los puntos, especialmente si sois un equipo reducido. Quizás lo más complicado sea la previsión de ventas y el plan económico financiero dado que juegas con hipótesis. Sé realista. Necesitas averiguar cuando tu empresa alcanzará el break eaven , o al menos mostrarlo a tus fuentes de financiación de una manera confiada.
Toda buena compañía empieza por una idea o incluso un concepto. Pero no te engañes, la idea NO es lo más importante. Cómo, cuando, dónde, los caminos, los riesgos, la competencia, el precio, la publicidad … resumiendo: la manera de llevarla a cabo garantiza (normalmente) el éxito. Para ello tienes que atar la mayor cantidad de cabos posibles antes de abrir al público, no dejes nada al aire y sé honesto contigo mismo. Es mejor que no hagas una empresa si al acabar tu plan de negocio no ves una salida posible. Los emprendedores son positivos por naturaleza pero no hay que confundir este término con temerario. Es mejor pararse a tiempo que un fracaso rotundo.
Si necesitas algún tipo de ayuda acude a asociaciones como Barcelona Activa o SECOT, que a través de sus seminarios o sus asesorías personales te echarán una mano en las partes que flaqueas más.
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